Sin duda, la gran mayoría de las personas que somos pertenecientes a la Generación Y (personas nacidas entre 1982 y 1994) vivimos muchas cosas en "bandeja de plata". Entre esas cosas, tenemos la Televisión por Cable, computadoras funcionando no más allá que con el Windows 95, juguetes más avanzados y producidos, consolas de videojuegos como el Super Nintendo o el Sega Genesis, y un largo etcetera. En este artículo me enfocaré en una de las cosas que me tocó vivir, en su esplendor, siendo un niño. Como dice el título, me referiré al Anime.
El Anime es el concepto que se le da a los dibujos animados de procedencia japonesa. Generalmente cada serie tiene su origen en un Manga (historieta japonesa), sin embargo, hay excepciones. Los puede haber de diversos tipos, ya sea por su clasificación de edad o por su temática. Sin duda, esta industria ha generado uno de los mayores ingresos a Japón junto con la Industria de los Videojuegos, nunca limitándose a las series de TV y a los mangas. Una gama de merchandising acompaña a cada franquicia en forma de posters, camisetas, juguetes, ventas de DVD, mazos de cartas, etc.
Este tipo de series ha influido en la gran mayoría de las personas jovenes existentes hoy en día, ya sea por su tematica, enseñanza o forma de presentación. En cuanto a lo último, tenemos los openings (secuencia de entrada) y los endings (secuencia de salida). Estos marcan una pauta en la conciencia colectiva de todas las personas que han visto alguna de las series, por lo que se convierten en un sello de identidad.
Durante finales de la década del 2000, el Anime se hubo envuelto en una sobreexplotación de contenido, mayormente ocupado series algo superficiales en comparación con las series de los años 90, algo que sin duda bajó la calidad del Anime. Desde 2011, una ley llamada Ley 156 de Tokio se aprobó con el objetivo de filtrar el contenido inapropiado para los jovenes dentro de las animaciones japonesas, provocando opiniones divididas: unos opinan que ha resultado bien frente a la baja de la calidad del anime de los últimos años, mientras otros opinan que limita la libertad creacional.
El Anime también acarrea problemas en la imagen que provoca en diversos sectores del mundo. A causa de cosas como el Fanservice (escena, situación o personaje que estimula al espectador a seguir la serie, especialmente de forma sexual) y el género del Hentai (género netamente y explícitamente sexual), en Latinoamérica la gente ignorante la tilda de "animación pervertida" o, más bien, de "satánica", lo que ha provocado una salida colectiva del aire del Anime en las televisoras de televisión abierta.
Ya dejando de lado la objetividad, este tipo de series ha sido siempre un encanto para mi por diversos factores: la animación, la historia, los personajes y, lo más importante, las enseñanzas que deja. En mi vida, mis animes preferidos han sido Dragon Ball Z, Los Caballeros del Zodiaco, Digimon, Shaman King, Los Supercampeones, etc.
Quizá, las enseñanzas que nos dan este tipo de series sea lo que más pasa desapercibido en nuestras mentes. Aca recapitularé algunas de las enseñanzas que yo he procesado de diversas series.
1. Enfrentar los diversos desafios: En la serie Neon Genesis Evangelion, el protagonista Shinji Ikari fue abandonado por su padre siendo muy pequeño (lo que provocó un odio en él), por lo que lo vuelve a ver 10 años después. Su padre (jefe de una organización militar) lo llama para pilotear un robot del que depende la supervivencia de la vida humana. Shinji se encuentra en un dilema emocional, ya que en un principio no siente el valor de enfrentar a su padre y a su destino. Al ver los daños que provoca en el exterior el monstruo enemigo, se arma de valor para pilotear el robot sin temer a los peligros que se pueda enfrentar en el futuro.
2. Compañerismo: muy visto en la serie Supercampeones, donde a pesar de que el protagonista Oliver Atom es el mejor de su equipo en el futbol, el juego en equipo y la confianza en los demás es una carta vital para superar sus metas personales y avanzar cada vez más.
3. En interior de cada uno es lo más importante: un factor importante en la serie Yu Yu Hakusho, en donde el protagonista es un chico llamado Yusuke Urameshi, quien es agresivo y busca-pleitos. El punto de partida de la serie es cuando Yusuke muere en su intento por salvar a un pequeño niño de ser atropellado. En ese momento, los demás personajes de la serie sintieron un pesar por su ausencia y se dieron cuenta de lo que en realidad era, en especial una chica llamada Keiko que, a pesar de que Urameshi bromeaba y la molestaba pesadamente, ella lo conocía y quería mucho.
4. No rendirse: común también en series basadas en combates, como Dragon Ball o Los Caballeros del Zodiaco, quienes son una muestra de fortaleza frente a los desafios más dificiles que el destino puede otorgarle a cada persona.
En fín, existen muchísimas enseñanzas más que nos pueden otorgar series como estas. Mi invitación es que vean este tipo de series, pero con un ojo profundo y no fijándose solamente en lo superficial. Todo en el mundo nos puede dejar enseñanzas vitales para nuestro futuro... no lo desaprovechemos.
Ha escrito Al Rocks!, hasta la próxima.
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